El impacto ambiental de la carne de laboratorio ¿es menor?

La producción de carne en biorreactores que cultivan células animales sin los propios animales es elaborada por empresas pioneras en la industria de carne de laboratorio. Estas empresas sostienen que la tecnología que emplean en sus procesos es beneficiosa con el clima ya que elude emisiones inherentes al cultivo de alimentos y a la cría de animales. Sin embargo, la carne cultivada requiere de electricidad para crecer así que los beneficios medioambientales varían significativamente en función de cómo se fabrique el nuevo alimento.

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De acuerdo con un nuevo estudio realizado por Fast Company, el cual analiza la huella medioambiental utilizando datos de más de 15 empresas emergentes del sector, arrojó los resultados del análisis así:

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• 92% menor que la de la carne de vacuno.

• 52% menor que la del cerdo.

• 17% menor que la del pollo.

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La carne de vacuno, por otra parte, requiere tantos recursos para su cría que su huella es mayor independientemente del tipo de energía que utilice la fábrica de carne cultivada. Es por ello que los beneficios de la carne cultivada son más significativos pues entre estos está: reducción de uso de tierra y agua, evitar el uso de antibióticos y evitar posibles pandemias originadas desde las granjas.

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La empresa de investigación independiente holandesa CE Delft, junto con la organización europea sin ánimo de lucro Gaia y Elliot Swartz, científico principal del Good Food Institute realizaron el análisis del ciclo de vida y un nuevo análisis del coste previsto de la producción de carne cultivada que obtuvo como conclusión que el coste podría bajar a 2.57 dólares por libra en 2030. Así pues, estudio tuvo en cuenta:

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1. Las grandes cantidades de calor generadas por los biorreactores.

2. Las enormes cantidades de energía requeridas para la refrigeración de una instalación de tamaño industrial.

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Y se dice que a pesar de que el proceso podría modificarse con el fin de reducir el consumo de energía, continúa siendo previsible que la energía renovable sea fundamental para mantener baja la huella de carbono.

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Tras los análisis, surgieron ciertas especulaciones sobre estos como que no comparan directamente la huella ambiental de la carne cultivada con la de marcas de origen vegetal como Impossible Burger o Beyond Burger, ni lo hacen con Meatless, una marca holandesa de proteínas de origen vegetal, que también tiene una huella menor.

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Finalmente, se puede decir que la carne cultivada si puede ayudar a reducir el impacto ambiental de los alimentos en general, pues este método de producción requiere mucha menos tierra que la cría de ganado y el cultivo de piensos en las granjas, también podría abrir más espacio para plantar árboles que podrían absorber el CO2. Obteniendo como resultado de lo anterior la posible sustitución acelerada de la carne convencional por la carne cultivada.

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Apreciaciones personales

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El consumo de alimentos menos procesados, veganos, orgánicos, sin químicos, libres de plaguicidas, entre otros, cada vez más está incrementando y es que tiene múltiples beneficios pues además de ofrecer productos que traen beneficios para la salud al ser humano, colabora con detener significativamente daños al medio ambiente y a la tierra de cultivo. Por ejemplo, como es el caso de los alimentos orgánicos en los últimos años ha aumentado su consumo y es que se volvieron muy populares no solo por quienes quieren saber el origen y las condiciones en que fueron cultivados los productos que consumen a diario sino también para los productores significa una oportunidad para ingresar en un mercado de alto valor.